De promesas a promesas


Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
En toda campaña electoral los candidatos hacen todo tipo de promesas con el propósito de obtener el voto ciudadano, aunque después, una vez ganador y asumido el cargo en disputa vea como cumple con todos sus compromisos.
El mayor cumplimento de esas promesas es lo que diferencia a los buenos de los malos políticos, incluso aquellos quienes admiten que no van a cumplirlas todas y cambian de opinión no quedan mal si es que ese cambio de opinión se trata de manera correcta.
Un ejemplo reciente lo tenemos con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien en su campaña formuló muy diversas propuestas, como vender el avión presidencial, cancelar los servicios del Estado Mayor Presidencial, pero destacaron la cancelación del nuevo aeropuerto internacional de México en Texcoco y retirar a los militares de la vigilar de las calles.
A unas semanas de que asuma la presidencia ya varios de esos compromisos registran avances, pero destaca: que cumplió con cancelar Texcoco y respaldar las obras en Santa Lucía, lo cual generó una serie de controversias económicas, políticas y sociales, las cuales resultaron inútiles ya que se mantuvo firme en su decisión.
Respecto a sacar a los militares de las calles, fue una reiterada propuesta la cual resultó siempre muy aplaudida pero ahora, tras analizar las condiciones actuales y verificar que no es tan fácil ya rectificó, y al anunciar su estrategia de seguridad incluyó la creación de una Guardia Nacional integrada por elementos soldados y marinos,
Si bien no deben descartarse las críticas hacia López Obrador por esa medida, López Obrador se mantendrá firme en el cambio de su punto de vista y ahora deberá ver cómo reforma su discurso y mantiene su decisión. ya que sabe que forma parte importante de su estrategia de seguridad y, finalmente, tendrá la confianza de que fue lo mejor.
Pero al compararse con la decisión de cancelar la construcción del aeropuerto en Texcoco, a pesar de todas las voces que respaldan su realización, en especial las de los expertos y conocedores, quienes consideran que a largo plazo Santa Lucía no será la mejor opción, incluso resultará más oneroso y de difícil operación, López Obrador se mantiene inflexible y lo único que comprueba es que cancelar Texcoco es una obsesión personal-
Muchas personas, en especial los involucrados con el proyecto en Texcoco, mantienen la esperanza de que rectifique y decida seguir adelante, de lo contrario los resultados negativos se verán a futuro. Ojalá y sucediera aunque parezca un sueño guajiro.